Por. Roberto Rodríguez Rodríguez
En un discurso de campaña en La Romana, el presidente Luis Abinader dijo: “Si Juan Bosch con quien tuvimos una gran amistad familiar, estuviera vivo, estaría del lado de la transparencia y no de la oscuridad”. Las palabras de Abinader pueden tener muchas lecturas no obstante en tiempos de campaña toda acción política busca ganancias electorales.
Mientras la oposición lucha por el segundo lugar y toma agua del mismo pozo, el partido de gobierno al parecer se ha dedicado al estudio de las estadísticas de su triunfo en 2020.
Una parte de PRD de Miguel en 2020 votó por el PRM, redujo su votación de 5.86% a 2.38%, una parte importante también del reformismo se inclinó por los modernos, bajaron de 5.62 a 1.80%.
La sorpresa mayor fue la caída de la votación del PLD, 2012 (37.73%), 2016 (50.22%) y 2020 apenas 32.97%, esos números muestran claramente que también una parte del PLD se inclinó por Abinader, al parecer el presidente, que está bien posicionado en las encuestas ha iniciado una estrategia inteligente, conquistar un segmento de los seguidores del partido del profesor Juan Bosch.